El pase de pecho constituye una modalidad del pase cambiado, por cuanto que en él se da la salida al toro por distinta mano de aquella que sostiene la muleta, que es la que citó. El pase de pecho ha sido clásicamente considerado como complemento del pase regular o natural y de recursos para el caso en que hubiere necesidad de ligar otro pase a continuación del natural.
Se produce cuando a la salida de un natural o serie de naturales, el toro, por impulso propio o por mandato del diestro, se revuelve dispuesto a acometer en dirección contraria a la que trajo en el lance anterior. El diestro, sin rectificar terreno ante el toro, ha de optar por salir del trance con esta suerte o poco airosamente, por tomar el olivo, abandonando por pies su lugar ante la cara del toro.
Es el pase de pecho un pase forzado, porque en él no han sido escogidos ni los terrenos ni la colocación del diestro al verificarse el cite. Esta es la porimera característica del pase natural. En segundo término, es un pase en que por llevarse la muleta en la mano izquierda, no hay ayuda. Esta circunstancia se desprende de la anterior, ya que si es un pase obligado con el que se remata una serie de naturales, es claro que la muleta, exenta de ayuda, irá prendida en la izquierda, ya que sólo así se instrumenta el verdadero natural.
Fuente: La Hora de la Verdad. Teoría y Técnica del Toreo. Ediciones Iberoamericanas S.A. Madrid. Joaquín S. Ruiz Pérez. 1952.
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